Teresa Carreño, ha sido denominada por muchos expertos como la pianista y compositora más importantes del mundo durante los siglos XIX y XX.
Teresa Carreño comenzó sus estudios musicales desde muy temprana edad, ya con cinco años de edad practicaba con los 500 ejercicios compuestos por su padre, a los seis años publicó su primera obra dedicada a su maestro Gottschalk.
El 1 de agosto de 1862, la familia Carreño abandona Venezuela hacia Nueva York por la difícil situación política y económica. El 23 de agosto del mismo año llegan a Nueva York, donde Teresa Carreño inmediatamente comienza a dar pequeños conciertos privados a los amigos de la familia, dando a conocer sus grandes progresos con el piano y acrecentando su fama.
El 25 de noviembre de 1862, a la edad de 8 años, debuta como concertista en el Irving Hall de Nueva York.
Ya a los 9 años de edad, debuta como solista con la Orquesta Filarmónica de Boston y a los 13 años con la Sinfónica de Londres.
Para el año de 1863 tocó en la Casa Blanca, invitada por el presidente norteamericano Abraham Lincoln, tocándole varias composiciones de Louis Moreau Gottschalk.
En 1866, Teresa Carreño se muda a Europa y comenzó a hacer muchas giras, haciendo su debut como cantante de ópera en el año de 1876.
Estuvo casada desde 1873 a 1875 con el violinista Emile Sauret, con quien tuvo una hija, Emilita.
Falleció el 12 de junio de 1917 y sus cenizas fueron trasladadas desde Nueva York a Venezuela en 1938 y desde entonces reposan en el Panteón Nacional.
Venezuela, para dar un gran homenaje a la niña prodigio del piano, crea el mayor complejo cultural venezolano que lleva su nombre: “Teatro Teresa Carreño”, ubicado en Caracas.